De forma recurrente me encuentro en mi consulta a padres preocupados por saber si están haciendo lo mejor que pueden por sus hijos, lo cual yo lo veo como un recurso, más que como un problema, porque eventualmente esa preocupación sugiere que existe disposición para auto observar la propia gestión como padres y también la  flexibilidad  necesaria para hacer los ajustes que puedan ser pertinentes en el estilo de crianza. 

Ahora bien, cuando esta preocupación se une con la situación particular de terminar con la relación y pasar de ser padres en pareja a ser padres que únicamente comparten la crianza de sus hijos, la preocupación típicamente aumenta, pues la ruptura supone un amplio número de cambios para los adultos y de igual manera para los niños, quienes tendrán que adaptarse a un nuevo modelo de familia.

Empiezo por decir que el  abordaje del tema  divorcio/separación con los hijos es particular para cada familia y dependerá de diferentes factores como lo son: los recursos emocionales de afrontamiento de padres e hijos, las pautas relacionales de la familia, la etapa del ciclo vital de cada uno y el contexto en que se da las decisión, sin embargo para los padres que ya tomaron o están tomando la decisión de finalizar la relación de pareja  hay aspectos claves que desde mi experiencia en la práctica clínica es importante tener en cuenta:

  1. Se suspende la relación de pareja y no la parentalidad.
  2. En la medida que los padres se hagan cargo de su propio duelo, permitirán que los hijos lo hagan. 
  3. Para algunos hijos el divorcio de sus padres supone un alivio y reducción de factores estresores.
  4. Es importante que la decisión sea contada a los hijos por ambos padres y que haya coherencia en la comunicación que los dos manejan al respecto. ¡Un mensaje, a dos voces!
  5. Es necesario generar un ambiente predecible para los hijos en la medida que sea posible para disminuir la ansiedad asociada al cambio.

Una de las mayores preocupaciones que  los padres suelen tener esta relacionada con ¿cómo afectará la separación/divorcio a sus hijos?  y aunque -no hay regla definida-, lo que ha demostrado la evidencia, es que la mayor probabilidad de afectación se da cuando el niño queda metido en el conflicto de sus padres, lo cual conlleva a que se hagan a un lado las propias necesidades de ese niño en cuanto a su crecimiento y desarrollo saludable. Entonces el Niño deja de ser Niño y se convierte en el detective o espía cuando se le pide información de manera indirecta o también puede darse el escenario en el cual el niño termina silenciando sus propias necesidades emocionales para compensar el desajuste emocional de sus padres.

Suelo sugerir a los padres tener en cuenta 10 aspectos claves para ayudar a sus hijos en este proceso:

  1. Separar el ser padres, del proceso de dejar de ser pareja.
  2. Brindarles seguridad y consuelo.
  3. Definir la base de crianza sobre la cual funcionaran en los dos hogares.
  4. Permitirles los niños amar y sentirse amados libremente por cada uno de sus padres.
  5. No involucrarlos en el conflicto de adultos.
  6. Darles la posibilidad de tener 1 familia con 2 hogares.
  7. Hacerse cargo de su propio proceso emocional asociado a la ruptura de la relación de pareja. 
  8. Construir un equipo de padres desde el respeto, comunicación y cordialidad donde la premisa fundamental sea el bienestar del niño. 
  9. Entender el sufrimiento de forma particular y el lenguaje emocional que él Niño está utilizando para poderlo acompañar en el cambio. 
  10. Buscar ayuda profesional para transitar el cambio.

Sin importar que los niños vivan en uno o dos hogares, lo esencial es que puedan crecer en espacios donde prime el amor de sus padres ¡Y los únicos que tienen la responsabilidad de hacer que eso sea posible son los adultos! 



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